Vía: El Séptimo arte
jueves, 22 de noviembre de 2007
Vicky Christina Barcelona: Primeras imágenes
Vía: El Séptimo arte
Publicado por Roberfumi en 15:27 6 comentarios, ¡vamos, cuentanos algo!
Etiquetas: miscelánea
miércoles, 21 de noviembre de 2007
Tristeza en París: La torre ha caído
Todo comenzó en un paseo por un camino boscoso, en un lugar indeterminado y con un destino aún más desconocido. No había andado mucho trayecto cuando de repente giré mi cabeza hacia la izquierda y me quedé de piedra. Ante mis ojos estaba la mismísima torre Eiffel. ¡Estaba en París!. Sobra decir que la ciudad era ligeramente diferente, mismamente el camino por el que llegué, en una de las licencias que se toman los sueños respecto a cualquier tipo de ley que rija el mundo real, pasaba a escasos centímetros del primer piso de la torre, de manera que la podías tocar si estirabas la mano.
Recuerdo perfectamente la agradable sensación que sentía al estar allí de nuevo. Estuve cuando tenía 15 años y tengo unas enormes ganas de volver. Todo era, dentro de la fantasía del sueño, tremendamente real. En una palabra, mi cerebro estaba en París.
La gente se empezó a arremolinar a mi alrededor para ver la torre de cerca, pero muchos de los curiosos no sentían la misma felicidad que yo al ver el mágico monumento. Su caras denotaban indiferencia e incluso rechazo. - ¡Es horrible! - Gritaban algunos - ¡Deberían tirarla!- murmuraban otros con desdén. Uno de ellos, el que mas cara de desprecio tenía, alargó una mano y le pegó un manotazo. Inesperadamente, aquella mole de 300 metros se balanceó como movida por un gigante brazo. Parecía no pesar ni ofrecer ninguna clase de resistencia, parecía estar muerta y resignada a caer.
- ¡Bah! No sirve para nada, haber si se cae de una vez. - El hombre siguió empujando y haciendo que la torre oscilara peligrosamente mientras yo, atónito, intentaba persuadirle de que no lo hiciera, porque acabaría por derribarla.
En una de estas, el hombre pego un fuerte tirón y la gran torre cedió en toda su longitud para acabar tocando el suelo con su esbelta punta. No podía creérmelo, ni los miles de Parisinos que la adoraban y que quedaron mudos al instante. El símbolo había caído, y con él, el espíritu de la ciudad. La eterna música Parisina cesó al instante, el aroma de la ciudad desapareció, todo se volvió gris e incluso el orgulloso Sena dejo de correr.
La gente corría buscando ayuda desesperadamente para socorrer a la torre. Muchos se agolpaban a los pies para empujar con todas sus fuerzas tratando de levantara. Lo intentaron de todas las maneras posibles, pero cuanto más lloraba la ciudad de París, más pesada se volvía la torre.
Yo corrí, buscando una solución dentro de la caótica ciudad que mi mente había construido. Una señora que salia de una tienda de perfumes me pregunto en prefecto francés que qué había ocurrido. Aunque no sepa francés ni en sueños la comprendí y le dije en ingles que la torre había caído. Me entendió perfectamente, pero lo que acababa de oír era tan increíble que me miraba como si viera a un loco. Entonces dobló la esquina para comprobarlo con sus propios ojos y, cuando vio el cambiado horizonte, rompió a llorar como si hubiera perdido a su propio hijo.
Y cuando nadie parecía encontrar la solución, un hombre apostado a los pies de la torre dijo:
-La torre está triste, por eso es inútil empujar.- Todos lo miraron extrañados, pero con tremenda curiosidad. Acto seguido el hombre sacó un acordeón y comenzó, suavemente, a tocar los compases de una típica canción Parisina.
Nadie sabia exactamente que ocurría, hasta que un niño se animó a empujar de nuevo, esta vez mientras la música sonaba y con una sonrisa en la cara. Asombrosamente, la torre se había vuelto liviana como una pluma y con un ligero empujón la torre se elevo un trecho. Todos lo comprendieron, la torre necesitaba sentir la alegría de todo París.
Todos los habitantes prosiguieron al instante con su ritmo de vida habitual, paseando y disfrutando de la ciudad, la música siguió sonando alegre y el Sena volvió a fluir. Entonces todos se dispusieron a empujar, sorprendidos de que podían moverla con apenas la yema de los dedos hasta que por fin la torre se irguió, poderosa e inamovible, en el sitio que le correspondía.
Aún no soy capaz de encontrarle un significado concreto. Tal vez sólo quiera decir que la torre ama a París tanto como París ama a la torre.
Publicado por Roberfumi en 15:20 ¿Te vas sin decir nada?
Etiquetas: relatos
martes, 6 de noviembre de 2007
Balas sobre Broadway
Balas sobre Broadway nos narra la historia de un idealista escritor teatral que aspira alcanzar el éxito en el Ney York de los felices años 20, alentado por una filosofía que eleva a las obras de arte por encima de la vida humana. Sin embargo no le sera fácil estrenar su obra, pues la falta de dinero le obliga a recurrir a la ayuda de un capo de la mafia que le produce su libreto a cambio de un papel para su novia, lo que le obligará a ceder en numerosos aspectos de la obra, algo que paraa un artista de sus ideales, es algo inadmisible. Como podéis imaginar los que ya conozcáis a Allen, todo desembocará en un cumulo de malentendidos y situaciones cómicamente embarazosas por las que desfilara la troupe de personajes del film, a saber: el ilusionado escritor, su amigo y compañero de fatigas, el capo, su talentoso secuaz, la insufrible novia del capo, la diva venida a menos, el galán insaciable..... Todos juntos haciéndonos reír en este curioso retrato de las penurias del creador y el peso del arte en la vida del artista que sólo uno de ellos podría contar.
He de decir que es la primera película de Allen que veo en la que no interpreta uno de los papeles que escribe a su medida (En Match Point no existe dicho rol), lo cual me echaba un poco para atrás, pero John Cussack está muy convincente y no se dedica a imitar a Allen (que hubiese sido lo más facil y lo más perjudicial para el papel), si no que aporta su propio estilo al clásico personaje neurótico y caótico de Woody, aunque muy a su pesar no paraba de imaginar como hubiera quedado con el director como protagonista. El resto del plantel está sobresaliente, destacando Diane West en el magnifico papel de Helen Sinclair, la diva marchita que David (Cussack) contrata como protagonista y con la que tiene un teatral romance ( ¡No hables!, míticas palabras) y que le valió el Oscar a la mejor actriz de reparto, Chazz Palminteri, que parece haber nacido para hacer de mafioso y que fue reconocido con una nominación al Oscar y Jennifer Tilly, que lo hace tan bien que llegarás a odiar a Olive con toda tu alma. La verdad, no es nada nuevo el que el Neoyorkino saque siempre lo mejor de los interpretes que actúan bajo su tutela.
La ambientación está muy conseguida: los garitos, la ropa y la magnifica banda sonora. Todo desprende olor a años 20. Una muestra más de que no es necesario hacer grandes alardes ni usar innecesarios efectos para colocar al espectador en el contexto de la película, sólo es necesario un poco de buen gusto y otro poco de saber hacer. Parece sencillo, pero aún es algo que muchos no han aprendido, o no quieren aprender.
Como no podía ser de otra manera, el resultado es redondo, ya que si bien es cierto que la historia no es nada novedosa y que en ciertos puntos es incluso predecible, no molesta en absoluto. Tal vez sea que es una historia de personajes, en la que los magníficos diálogos y las situaciones "Allenianas" hacen que una historia del montón se convierta en una gran pelicula. Es, en definitiva, altamente recomendable par todo admirador de Woody y del buen cine en general. No diré que es una película de carcajadas constantes, es algo mas sutil. Es........una comedia de Woody Allen.
Publicado por Roberfumi en 15:35 2 comentarios, ¡vamos, cuentanos algo!
Etiquetas: películas
domingo, 4 de noviembre de 2007
Audrey Bag. Para combinar con el "little black dress"
La musa de esta sala vuelve a ser noticia. Sean Ferrer y Luca Dotti han lanzado una colección de bolsos con imágenes de Audrey que consta de un total de 12 modelos realizados a mano. Cada uno sera puesto a la venta en una edición limitada a 36 unidades, por lo que podéis imaginar que el precio de los mismos es bastante elevado, aunque todo es por una buena causa ya que todos los beneficios irán a parar a la Audrey Hepburn Children's fund.
En cuanto a la colección en si, pues son los típicos bolsos con una foto impresa, me esperaba algo un poco más sutil y elegante partiendo de sus propios hijos. No es que las imágenes no sean bonitas, que lo son (sobretodo la de los modelos Tuileries y Trocadero.......como no, Paris), pero así a primera vista recuerdan demasiado a los que se pueden encontrar a patadas en cualquier tienda. De todos modos si no os convencen como capricho o como regalo y queréis realizar una buena acción siempre podéis realizar una donación directa a la Audrey Hepburn Children's fund o a Unicef, que nunca está de más y será bien recibida.
Vía: L'ange des enfants
Publicado por Roberfumi en 0:28 4 comentarios, ¡vamos, cuentanos algo!
Etiquetas: cinema and style